jueves, 19 de mayo de 2011

EL CURRICULO INMERSO EN LA APLICABILIDAD DE UN MODELO PEDAGÓGICO


El proceso de enseñanza implica la interrelación de unos aspectos que permitan el máximo alcance de las metas propuestas con el individuo. Estos aspectos tienen que ver con el contenido de lo que se desea enseñar, los métodos utilizados para realizar el proceso y los recursos que deben adoptarse, permitiendo una enseñanza práctica – pedagógica del docente hacia el estudiante. Es así, se hace necesario la implementación de un proceso claro, coherente con la realidad social y sus exigencias, permitiendo la adaptación del individuo en una sociedad capitalista, donde cada día la supervivencia se hace más competitiva. Por esta razón, el docente y la institución deben tener claro cuál es ese modelo pedagógico a seguir, que permita crear en el alumno todas esas características que la sociedad hoy en día está exigiendo. Un modelo que direccione el rumbo de la enseñanza de la formación de un individuo teniendo en cuenta su entorno y sus propias necesidades. En la práctica de este modelo se interrelacionan las experiencias del educando con las del docente, lo cual origina la formación de un proceso activo – participativo, efecto demostrado por John Dewey: el alumno aprende mejor a través de las experiencias que por medio de la actitud pasiva.
La necesidad urgente en formar para las exigencias sociales, conlleva a la praxis de un modelo que cumpla con estas exigencias. Se entiende como modelo pedagógico a la forma particular de interrelación entre los parámetros pedagógicos que buscan, a través de un método sistemático, la formación de un ideal de persona, mediante estrategias metodológicas, contenidos y experiencias educativas concretas que están determinadas por un ritmo o nivel propio del proceso formativo, tanto para quien va dirigido como para quien dirige el proceso. Con esta concepción, se dan las diferentes tendencia  pedagógicas que el docente ha de elegir y seguir a través de las prácticas formativas. En la formación de docentes universitarios, surgen unos modelos pedagógicos característicos de la pedagogía a aplicar. Por tal razón, la aplicabilidad de un proceso crítico, donde se cuestionen la actitud pasiva, crea las bases para el análisis social, en todos sus aspectos, y conlleva dar frutos a un ser que cuestione su existencia para procesos positivos en el desarrollo social, y esto se logra conociendo muy bien al estudiante, para brindarle la enseñanza que necesita en su formación integral. Si se cuenta con ese conjunto de experiencias o situaciones que los niños y jóvenes deben hacer y experimentar para desarrollar habilidades  que les permitan su supervivencia social, se está originando la formación de éste para un mundo industrializado. Si se tiene claro lo que se desea, para donde vamos, contamos con las herramientas necesarias para hacerlo y tenemos una guía a seguir, podemos decir que nuestra función como educador es clara y concreta para formar al hombre del mañana.
En síntesis, la aplicabilidad de un modelo crítico conlleva a la formación de un individuo analítico, transformador de su realidad, en busca de unos principios reales que no atenten contra la buena convivencia social. A través de la aplicabilidad de este modelo se recogen las experiencias de aprendizaje planificado, para materializarlas y realizar el proceso de formación y transformación de las personas como elemento de interacción social.

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